El lenguaje humano como proceso






El lenguaje es un sistema y un proceso que media entre el mundo del significado y el mundo del sonido. Todos los hombres en situaciones normales tenemos algo que decir y disponemos de un repertorio de sonidos con los cuales podemos comunicarnos con nuestro interlocutor.

La lengua es el instrumento que capacita al hombre para transformar ese universo del sentido en sonido y simultáneamente convertir sonidos en otras ideas mas o menos literales a partir de las del comunicador.

La lengua, hasta el momento, ha demostrado ser el instrumento eficaz y eficientemente por excelencia para salvar el obstáculo y poner en comunicación dos sistemas nerviosos no necesariamente encodificados. Como todo sistema de comunicación, inclusive animal, debe reunir dos requisitos, según Chafe (1976:30):

  1. Debe ser manejable por el organismo en que se origina el mensaje que va a ser comunicado.
  2. Debe ser perceptible por el organismo que lo recibe por medio de uno o más de los sentidos.
La lengua es fundamentalmente oral, de ahí que las actividades mas intensamente utilizadas sean el producir sonidos (la voz) y el captar sonidos (el oído), sin embargo no pueden perderse de vista otros órganos como el de la vista, el del olor, el del tacto y el del gusto, los cuales juegan un papel importante dentro del proceso de comunicación lingüística.

En términos globales, podemos decir que el proceso de la lengua se puede esquematizar así:     

  1. Existe en el hablante un mundo conceptual que puede ser comunicado y que para hacerlo debe transformar conceptos en sonidos, previo un acto volitivo intencional.
  2. Esos sonidos producidos se propagan en un medio físico para ser captados por un interlocutor.
  3. Una vez captado el sonido, este se reconvierte en imágenes de los conceptos originales por medio del sistema nervioso.  
       

Es posible hablar de dos hechos característicos del lenguaje humano:

  1. La lengua es un sistema recursivo (creativo), capaz de crear nuevos signos a partir de los ya existentes para expresar pensamientos y lo que es más importante, para adecuarse a situaciones concretas antes no existentes o a nuevas necesidades comunicativas dadas en el medio cultural.
  2. Es el determinante necesario y suficiente para darse la comunicación y su correlato la información.
Si se acepta la lengua como un producto social convencionalizado en una comunidad, es lógico pensar que ella solo se aprende en la medida en que se participa de esa comunidad sociolinguistica y se interactua con sus miembros. 

Se ve como la lengua no es simplemente un instrumento de comunicación; debe entenderse como aquella patente sin la cual el individuo no puede inscribirse en el ambiente físico y sociocultural que le permite percibir y conceptualizar el mundo.         


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